Entre el Pasado y el Futuro
Por Elsie Betancourt
Al hablar de generaciones, las hay de todo tipo:
Interbellum (1900-1914), Grandiosa (1915-1925), Silenciosa (1926-1945), Baby
Boomers (1946-1960), X (1961 – 1981),
Generación Y o Millenials (1982- 2001) las cuales se clasifican en periodos de
20 años aproximadamente.
Con el cambio de siglo, éstas han sido las protagonistas
de los cambios por ejemplo los inmigrantes digitales (X), los millenials (Y) y la Z
(nativos digitales) entre otros. Pero hoy,
hablaremos de la generación inoxidable esa que nació entre 1936 - 1960
hasta nuestros días. Generación
numerosísima a nivel mundial, que no son viejos o lo que es mejor no se sienten
pasados en años como sucedió con nuestros ancestros, quienes ya jubilados y cansados por el trabajo o por
problemas de salud, a edades muy
tempranas muchos se excluyeron de las
actividades normales y sanas de la vida (entendiéndose esto último como estar
cada uno con sus cadaunadas de acuerdo a la edad).
Los “sexagenarios” de hoy tienen apenas canas y las que
salen son atacadas de inmediato con tintes. En general, son personas cuidadosas de su apariencia, ávidas
de actividades sanas como el ejercicio, interactuar en lo social, viajar,
dedicarse a un hobby etc. Dentro de ese universo de personas saludables,
curiosas y activas, la mujer tiene un papel destacado. Ya es una especialista
en hacer su voluntad, cuando antes, sus madres habían sido educadas para obedecer
siempre y estar en casa pendiente de las tareas domesticas y de los hijos. La
mujer de hoy, puede detenerse a reflexionar que quiere en realidad gracias a
que pudo sobrevivir a la borrachera de poder que le dio el feminismo de los
años 60.
Algunas se fueron a vivir solas, otras a estudiar
carreras que eran sólo del resorte masculino;
muchas estudiaron una carrera
universitaria junto con la de sus hijos, otras fueron periodistas, decidieron
tener hijos temprano y otras decidieron no ser mamás. Estas mujeres no son las típicas suegras que quieren que los
hijos las vivan llamando, porque ellas tienen muchas actividades y no viven a
través de la vida de sus hijos.
Menos mal que los de “sesenta o setenta” nos hemos
pellizcado y manejamos el computador, el celular y otras exigencias digitales
como si lo hubiéramos hecho toda la vida. Hoy por hoy, los hombres no envidian la apariencia de los jóvenes astros del deporte y las mujeres
no soñamos con tener la figura de cualquier jovencita. Sabemos de la importancia
que tiene una mirada inteligente, una sonrisa inspirada por la experiencia, una
conversación amena, se recuerda la juventud pero sin nostalgia. Se celebra el
sol de cada día y los planes se conciben con la propia vida y no con la de los
demás.
Hoy la gente de 60, está estrenando una edad que todavía
no tiene nombre, antes eran “los viejos” o los de “la tercera
edad” y hoy ya no lo son… prácticamente éstos han pateado el nombre de
“sexagenario” porque entre sus premisas no está la de envejecer; esta franja recuerda en su momento la aparición de
la “adolescencia” que nació a mediados del siglo XX en donde había una masa de
niños que no sabían dónde meterse ni cómo vestirse.
Por eso la generación entre el pasado y el futuro
definitivamente es la generación inoxidable. Como decía un filósofo cuyo nombre
no recuerdo, “quienes no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo”.
Esto refuerza la teoría de lo valiosa que es la experiencia y lo que tienen que
decir los que ya han pasado el umbral de
los 60 en todos los ámbitos.
nerea6@yahoo.com
Comentarios