Cuando no hay cama pa tanta gente...
Por Elsie Betancourt
Los grandes cambios económicos,
políticos y sociales que vemos en esta era de desarrollo digital global, han llevado a que el hombre o la mujer creen
una nueva forma de pensar, encaminada a crear riqueza que garantice el
bienestar propio, de la familia y de las personas que le colaboran en el camino
por el que transitan para crear un producto o servicio innovador, que supla una
o muchas de las necesidades que se presentan en el día a día. Cada vez más,
observamos jóvenes creativos buscando oportunidades en medio de tanta llevadera
en materia de empleo o por saturación de las ofertas comerciales, proponiendo e
innovando en materia de negocios, ya que no hay cama pa tanta gente.
Lo
cierto es que la búsqueda del camino en donde puedan germinar las ideas
originales, que parecería fácil y chévere de transitar requiere una serie de
actitudes y aptitudes que permitan sacar adelante el “negocio estrella o
innovador”. Combinando lo anterior con un capital $$$, astucia y una vocación
de servicio que ayuden a transitar con menos dificultad el
“emprendimiento”, puede dar réditos.
Poder llegar a ser el dueño y señor del propio tiempo, decidir cuantas horas al
día dedicarle a las actividades, para echar pa´lante el negocio es clave tanto
como usar la libertad para ser el dueño y señor de la autonomía, que
constituyen en conjunto, un reto para cualquiera, mas, si no se tiene la experiencia en estas lides.
Admiro el coraje que tienen las
personas, especialmente las y los jóvenes, al lanzarse al ruedo con la determinación y los pantalones bien
puestos o las faldas bien amarradas, para con el valor y la fortaleza salir
adelante con el negocio que se han propuesto iniciar. De acuerdo a los expertos
en el tema, los retos no son una amenaza sino una oportunidad para crecer y
aprender. Gracias a los obstáculos que se encuentren, a las críticas, a los que
son mejores en lo que uno hace, serán en el mejor de los casos, la mejor fuente
de enseñanza e inspiración para persistir en los objetivos y llegar a ser
exitosos.
No obstante, para los que
trabajan y reciben su sueldo en forma regular,
pasar de ser empleado a emprendedor debe ser un salto grande y debe
generar incertidumbre y para que éste no sea traumático, no sobra estructurar
la nueva idea de negocio asesorándose de expertos y tener “paracaídas” como
plan B, cuando sobrevengan los tropezones. Parodiando la canción del Gran
Combo, como señalé al comienzo, “no hay
cama pa tanta gente”, pero sí creo que hay ingenio, ganas y berraquera en el
emprendimiento que actualmente vemos!.
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