Tesoros en el Olvido...
TESOROS EN EL OLVIDO...
Por Elsie Betancourt
En el
curso de los siglos, los museos han sido el patrimonio cultural e histórico de
comunidades. Conservan la memoria cultural de un país, ciudad o región e
informaciones pasadas que pueden volverse objeto del lenguaje escrito o hablado
y han sido hechos para ser vistos y disfrutados por todos.
Cuando el futuro se hace más corto que el pasado, los
humanos nos volcamos evocando nuestros recuerdos de vida. De esta forma, en
nuestros hogares, hoy en día cada vez más pequeños y con poco espacio, se
acumulan objetos que si los reuniéramos todos, podrían hablar sobre nosotros,
explicando quienes somos. Construimos nuestra identidad personal a partir de
los objetos que son los verdaderos soportes de nuestra memoria, exactamente
igual que los museos guardan nuestra memoria colectiva. Por eso son tan importantes.
De que manera pueden convivir la memoria y el porvenir en estos recintos? Es una
pregunta que lleva a pensar en que los museos educan, amplían los horizontes
del conocimiento, construyen el interés por descubrir, crear y desarrollar
nuevas interacciones con la cultura. Recientes investigaciones han demostrado
que las personas se sienten más felices cuando invierten en experiencias en vez
de cosas materiales.
Si el sistema escolar
reforzara el aprendizaje del arte, se crearía el hábito de verlo en sus
distintas manifestaciones. Se debería poder entrar a un museo y ver las obras
de arte como se entra a una biblioteca pública a leer cualquier libro. Tener la
posibilidad de tener una inspiración directa y cultivar el talento, la
creatividad al admirar todo el acervo cultural que puede ofrecer un museo no
tiene precio, además, la renovación por el aprecio hacia el pasado nos invita a
entender lo nuevo.
El apoyo
por parte del gobierno se requiere para mantener estos íconos. En Barranquilla,
entre los pocos museos que hay, el Museo Romántico, creado en Abril de 1983 es
uno de los que está en peligro de desaparecer. Los objetos que se suponían eran
de gran valor y que a su vez permitían enriquecer los conocimientos acerca de
la historia de Barranquilla, hoy están llenos de comején y se están
deteriorando… recemos para que el gobierno no desampare al Museo del Caribe, el
Museo de Arte Moderno y el de Bellas Artes,
entre otros por el bien de nuestra herencia patrimonial.
Quizás como la cultura y el arte no dan votos, no hay
prelación en atender las urgencias que pueden haber en éstas. Pero no hay que olvidar que pocas ciudades de
Colombia tienen una historia tan llena de encanto, magia, sabores, colores
leyendas e historias como la Arenosa. De ahí tan famosa la expresión en propios
y extraños de “En Barranquilla me quedo…¡” para así mantener viva su memoria,
condición para el logro de nuestra identidad.
La crisis
por los factores económicos y la falta de modernización museológica, atentan en
alguna medida contra la salud física y
contenido de los mismos. Los museos no son sólo para conservar los gustos y
criterios del pasado, se debe proyectar el presente de manera que ayude a
construir el futuro para que los tesoros que albergan no peligren y queden en
el olvido.
nerea6@yahoo.com
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